El RapiPago (Génesis)
¿A quien no le molestan las interminables colas? Gente amontocochinada que se pelea por cobrar/pagar algo; que daría cosas inimaginables con tal de estar “sólo un lugar mas adelante”. Las colas son uno de los males del Siglo XXI, al igual que los canales de compra directa, el grupo "Re-Piola" y la materia "Derecho Romano" , inventadas por el gobierno para mantenernos ocupados esperando, mientras nuestras mentes entran en el característico letargo que implica estar a veces horas parados. De esta manera, se nos coarta nuestra capacidad del pensar, nos convertimos en zombies que lo único que quieren es desocuparse lo antes posible pagando la maldita factura y yéndose lo más pronto del también maldito lugar.
Como diría el célebre Jerry Seinfeld, una de las peores cosas es esa especie de laberinto que a los cuales nos someten. Comprensible es cuando la cola la forman centenares de ciudadanos, pero sucede a veces que nos encontramos solos (muy raras veces), pero de todas formas tendremos que sortear este obstáculo. Parecemos ratones de laboratorio, zigzagueando a través del camino trazado, aqúel que ellos quieren hacernos seguir. Al final del laberinto, sólo faltaría decirle al cajero:”Listo!¡¡ Llegué a la meta!! ¡¡Quiero ya mi pedazo de queso correspondiente!!!.
La noche anterior uno ya empieza a renegar: “UUH mañana tengo que pagar el telefóno, que se me vence”. En realidad, el asunto del pago, el desembolsar nuestros billetes, que ya es doloroso de por sí, pasa totalmente a un segundo plano, al recordar nefastas experiencias de colas pasadas. Al otro día, uno pisa el banco, y sus predicciones se hacen realidad. “NOoo esto esta hasta la manija!!”. Ahí nomás dan ganas de darse vuelta e irse a la mierda. Pero uno piensa:”Si no lo enfrento ahora, el monstruo crecerá, se alimentará, se hará más grande de lo que es hora.”. Y tal cual héroe griego (pongamosle Aquiles), uno saca pecho, se ata los cordones, y prepara la billetera con una mano, y desenfunda la factura con la otra. Las dos armas que se necesitan en esta batalla.
También encontramos a la fauna de las colas, un bestiario alucinante que se compone de los mejores exponentes que nuestro sistema puede dar. El viejo que está desde las 5 y media de la mañana, con la boina y el saco antiguo. La gorda comiendo facturas a 4 manos, con sus vestidos chillones y su rouge furioso. El pendejo gritón (no es que viene a pagar algo, menos cobrar, siempre es el acompañante de un padre impaciente, que tiene todas las ganas de fajarlo en mitad de la espera). El Cana, o Seguridad, siempre expectante, siempre clavándote la mirada, haciéndote sentir eternamente sospechoso, siempre parado (no se cansa?). El Cajero pajero, parece que te está haciendo un favor…¡¡para eso te pagan guacho!!!. Pero también está el aliado, ese libro de quejas humano, ese que recepciona todos los emboles que te hacen padecer estos delincuentes. El también parece sentirse a gusto con vos. “Que cola, no?” “Si, no se acaba nunca” “Esto es una vergüenza, que despiole” “Y los cajeros van a 2 por hora” “Esto no puede ser”. Incluso a veces uno puede filosofar con el aliado, sobre temas externos a la cola: “Que calor que hace!” “Que malo este Bielsa eh?”
Para solucionar este y otro tipo de problemas, una mente brillante (no, no es Russel Crowe) creó Rapipago, una empresa que se dedica a cobrar en una sola caja los servicios de las mas diversas empresas y entes, desde ATS a Telefonica, desde la Municipalidad de LaConchina hasta las compras del VEA .. . La verdad que piolísima la idea del tipo. Eso es ser un pionero. Ése y el creador del Loco Lópe, la media con arena que le crece pasto arriba, simulando cabello verde.(siii! Como Carlitox de Alejo y Valentina!!). Pero el Rapipago…es otra historia… .
(No te pierdas El Rapipago-Apocalipsis)
