Somos Pachorrientos porque asi lo quiso el Sol...!

Hola, les escribo hoy con un resfrío galopante (¿se usa este adjetivo aquí?). De fondo estoy escuchando el tema ese que dice: “pienso en ti…solo pienso en ti…desde que te conocí, yo de ti me enamoreee” del grupo Red.
De repente, estoy teniendo una actitud que es algo habitual en mi, y en muchas otras personas que conozco. Resulta que tengo muchísima hambre. Acabo de llegar de Puesto del Medio (el pueblo en donde misionamos con mi Grupo), me bañé, escuché música, vi la tele, todo. Ahora estoy en la compu. Vuelvo a repetirles: tengo mucha hambre. Pero tengo tanta p…a que no quiero salir de mi asiento para ir a prepararme una merienda. Son las 20:00. Y les juro que no quiero ir!...pero me estoy cagando de hambre!!!.
La pereza, pachorra, p…a, como quieran llamarla, es un mal tremendo que aqueja al 67% de los jóvenes. Consiste en bloquear un deseo persistente, a través de la inacción total o parcial, siempre procurando al mínimo esfuerzo físico o mental.
Es entonces que me puse a recopilar una serie de situaciones en donde la pachorra es la guia de nuestras acciones, protagonista de nuestro destino:
-En la cama, o en el sillon, viendo la tele. Alguien dejo siniestramente el canal “Utilísima Satelital”. Además, estan trasmitiendo “Las cocineritas”.NOOOOO!!. Tanteamos con mano izquierda. Tanteamos con mano derecha. El control remoto no está. Estamos inmersos en una conspiración para volvernos locos. Nos sentimos indefensos, sin abrigo, cuando este mágico aparatito desaparece. Acabados, nos clavamos no solo viendo “las cocineritas”, sino todo el repertorio de Chefs ambiguos sexualmente que le siguen en la programación; todo por no levantarse y cambiar manualmente de canal. Mientras tanto, el control remoto reposa bajo la almohada, pero al no investigar demasiado sobre su paradero, lo pasamos por alto.
-Pasó una vez que estábamos de vacaciones con mis amigos. Se nos ocurrio ir a jugar a los videos y hablar por teléfono. Esto requiere monedas. Las monedas se encuentran en la billetera. Las billeteras estaban en las mochilas de cada uno (quedaron ahí después de un dia de balneario). A algunos nos dio tanta p…a sacar la billetera del bolsillo chiquito de la mochila, que preferimos cargar con la misma en nuestras espaldas. Y bueno che…eran las vacaciones.
-Cuando uno tiene unas ganas inmensas de garcar, pero no va porque no hay papel higienico en el baño, y le da cosa ir a buscar en el armario de la casa. Esperamos que nuestro hermano se sienta en la misma necesidad, para que éste busque un rollo del preciado papel. Pero esto puede acarrear otra situación: no ir de vientre por el olor fétido que dejo como “regalo” el individuo.
-Típico es el momento cuando nos replanteamos asistir a clase el día de hoy. Lo que pasa es que la vieja siempre dice lo mismo. Para eso me quedo leyendo los libros, que dicen lo mismo que la vieja. No vamos a clase, no leemos los libros.
-Cuando estamos en la mision: Es de noche, estas en la pieza-aula con todos los vagos. Estamos meta y meta conversar . Entonces la señora Pachorra entra otra vez en escena. Nos da pereza ir a lavarnos los dientes hasta el baño que queda afuera. Entonces decimos la ya celebre frase:”FIESTA PARA LAS CARIES!!!!”. Y debe ser asi, los bichitos agradecidos, es como dejar que chupen tranquilos toda la noche sin que les caiga el IPLA dentífrico.
 
Muy bien, ya son las 20:30, y sigo sin merendar. Espero que reflexionen sobre sus pachorras. Éstas fueron sólo algunas, me gustaría que ustedes me manden otras personales. Sólo tienen que hacer click en “comments”, y escribir. Los dejo con un abrazo, no mejor no, estoy re bien sentadito, me da pachorra….